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Ratón casero o doméstico

Morfología e identificación

Es un ratón de pequeño tamaño, aunque algo mayor que su congénere M. spretus, de color gris-pardusco oscuro en la región dorsal y ligeramente más claro en la ventral. Bastante parecido a los ejemplares jóvenes del ratón de campo, se diferencia de éstos por sus orejas y ojos, mucho más pequeños, y, sobre todo, por la longitud del pie posterior, que nunca sobrepasa los 18 mm. La cola es algo más poblada, con las escamas más prominentes que en los otros ratones. El conjunto cabeza-cuerpo mide 73-102 mm; la cola, 68-98,5 mm; la oreja, 11,5-15 mm y el pie posterior 16-18 mm. Pesan entre 12 y 25 g. El cráneo es pequeño, achatado y de perfil ligeramente convexo, con los nasales algo inclinados hacia delante. Forámenes inclinados de forma oval, con los extremos estrechos y la parte central más ancha. Posee un foramen en la placa cigomática, ausente en M. spretus.

Los incisivos superiores están inclinados hacia dentro. El 95 % de las poblaciones analizadas presentan una muesca o escotadura entre los bordes anterior y posterior de los incisivos. Molares de tipo tubercular; el primer molar de la mandíbula inferior (M1) presenta, en su parte anterior, tres tubérculos, a diferencia de M. spretus, que tiene cuatro. El tercer molar de la mandíbula superior (M3) es mucho menor (menos de la mitad) que el segundo molar de la misma mandíbula. La fórmula dentaria es: 1.0.0.3/1.0.0.3.

Rastros:

En las casas es frecuente encontrar sus excrementos, pequeños, alargados y oscuros, formando montoncitos. Las entradas a sus madrigueras, en el interior de las viviendas, suelen aparecer en rincones oscuros y apartados, en la parte inferior de los quicios de puertas, con frecuencia acompañadas de tierra y otros desechos. También es posible detectar su presencia por las señales de sus incisivos en los alimentos a los que tiene acceso y por su típico olor a rancio, similar al de la acetamida.

Alimentación

Son animales omnívoros que ingieren cualquier alimento a su alcance. Sin embargo, parecen mostrar preferencia por los granos y sus productos derivados, como el pan. Las poblaciones semisilvestres incluyen principalmente semillas en su dieta, así como pequeñas cantidades de insectos y otros invertebrados.

Como otros roedores comensales, muestra cierto rechazo ante alimentos nuevos. Por el contrario, parece sentir atracción hacia algunos productos; por ejemplo, se sabe de ratones caseros que accedieron a botiquines en el interior de las casas y comieron solo las cápsulas de vitaminas. Consume de media 3,5 g diarios de alimento; puede usar veinte o treinta fuentes distintas de aprovisionamiento de comida en una noche, y si tiene sólo una hace hasta doscientas visitas, pues toma unos 20 mg cada vez.

Comportamiento

El ratón casero corre, salta, trepa y nada con gran facilidad. El oído y el olfato son sus sentidos más desarrollados, que usa para localizar alimentos, seguir rastros y huir de sus enemigos. Excavan túneles de unos 2 o 3 cm de diámetro, con varias salidas y cámaras. A menudo, estos sistemas de galerías presentan complejas ramificaciones, con diferentes cámaras de cría revestidas con material de distinto origen que les sirve de aislamiento, factor este último que parece fundamental para la supervivencia de los jóvenes después de su nacimiento. El área de campeo presenta dimensiones muy variables dependiendo de la disponibilidad de recursos en el medio. Algunos ejemplares desarrollan su vida en menos de 10 metros cuadrados, mientras que otros presentan áreas de actividad de más de 250 metros cuadrados. Pero en general, M. domesticus tiene áreas de campeo más pequeñas que M. spretus. Las hembras en estado reproductivo tienen territorios mayores, donde también viven varios machos adultos. Con frecuencia, machos y hembras cooperan en la defensa del territorio, en cuyo interior se producen los apareamientos sin que existan interferencias por parte de otros individuos. La eficacia de la defensa parece tener influencia directa sobre la supervivencia de los jóvenes que nacen dentro de los límites del territorio.

En poblaciones no comensales de ratones caseros se han observado desplazamientos diarios de 100 m, aunque la longitud media es de 32 m. Las hembras reproductoras presentan territorios más extensos y mayores desplazamientos; por el contrario, las hembras que no crían muestran movimientos más restringidos. Las poblaciones de M. domesticus, aunque generalmente son sedentarias, tienen gran capacidad colonizadora y son pioneras, frente a M. spretus, en la ocupación de nuevos territorios. La capacidad dispersiva y colonizadora de la especie presenta fluctuaciones anuales: es más intensa cuando la densidad de población es más alta, época que coincide con el momento de mayor proporción de jóvenes en la población.

Son fundamentalmente nocturnos. Sin embargo, la actividad muestra ciclos alternantes, de una a cuatro horas de duración, de descanso y vigilia, relacionada esta última con la búsqueda de alimento. Individualmente, los ratones caseros muestran unos niveles de actividad mucho más altos que M. spretus, diferencia que resulta evidente cuando se les manipula.

Hay poblaciones de dos tipos: las que viven en áreas con mucho alimento, que forman grupos estables, y las periféricas, con grupos inestables a la búsqueda de buenos territorios. El comportamiento agresivo es infrecuente en los pequeños grupos familiares territoriales, pero los adultos atacarán a los extraños que traspasen las fronteras. A densidades moderadas, la agresividad aumenta, y los machos vivirán con una o más hembras en territorios defendidos violentamente. En condiciones de alta densidad de población, los individuos subordinados viven en la periferia, sin territorios ni posibilidades de procrear. En los encuentros entre dos machos rivales, el "propietario" de territorio suele permanecer inmóvil y sólo inicia el ataque cuando el extraño ha comenzado la huida.

A pesar de que las hembras producen en la orina sustancias inhibidoras de la agresividad, se muestran agresivas ante otras hembras durante la gestación y ante los dos sexos durante la lactancia. Estudios recientes han demostrado que el comportamiento agresivo tiene una base genética y, en este sentido, los ejemplares dominantes, más agresivos, presentan también mayor supervivencia.

Las poblaciones comensales son capaces de autorregularse y, donde el entorno es favorable, mantienen niveles de abundancia bastante estables. La regulación interna de la población se produce mediante cambios en la tasa reproductiva, en la supervivencia juvenil y en la migración, factores que dependen de la densidad de población. Cuando la densidad es muy alta, se producen retrasos en la pubertad de las hembras jóvenes, ciclos anoéstricos o de larga duración en las hembras adultas, reabsorciones de los fetos y tamaños de camada pequeños, lo que disminuye la productividad y limita el crecimiento poblacional.

Cuando la temperatura y el alimento son muy favorables, las densidades pueden ser muy elevadas. Los grupos familiares, semejantes a los del género Rattus, llegan a alcanzar cuarenta individuos, que, con alta disponibilidad de alimento -como ocurre en muchas poblaciones comensales-, ocupan territorios muy reducidos. Por ejemplo, en graneros de Texas se han llegado a detectar hasta 70000 individuos/hectárea. En poblaciones rurales o silvestres la abundancia muestra oscilaciones periódicas estacionales. En el sur de Francia, la densidad máxima (12 individuos/ha) ocurre en noviembre-diciembre; posteriormente, la densidad presenta decrece un 15% mensual hasta maro. A comienzos de verano, la densidad presenta valores muy bajos (2 individuos/ha). En las poblaciones semisilvestres, los jóvenes constituyen más del 80% de la población en otoño, el 0% en marzo y el 15% en abril. La estructura de las poblaciones comensales, que se reproducen de forma ininterrumpida, no sufre tales cambios estacionales. La dispersión -que afecta sobre todo a los machos- constituye otro importante factor de control de la población y se producen a edades más tempranas cuanto mayor es la densidad de población. Los machos subadultos sufren violentas agresiones por parte de otros machos adultos, lo que les obliga a emigrar. Las hembras, que emigran dos veces menos que los machos, lo hacen para mejorar sus posibilidades reproductivas. Estas hembras no adquieren la capacidad de reproducirse hasta haberse dispersado.

Las principales causas de mortalidad son las bajadas bruscas de temperatura, la sequía y la escasez de alimento. La rata, el gato doméstico y el hombre son los mayores enemigos de las poblaciones comensales; las rapaces nocturnas -sobre todo la lechuza- y lo pequeños carnívoros lo son de las poblaciones semilibres. En cautividad, el ratón doméstico puede llegar a vivir treinta meses, pero en libertad no sobrepasan los catorce o diecisiete meses. La esperanza de vida en las poblaciones silvestres es de cien días, debido a la alta tasa de mortalidad de las clases juveniles.

Reproducción

La temperatura y la disponibilidad de alimento son factores condicionantes de la estacionalidad en la reproducción del ratón casero. Por ello, la actividad reproductora en las poblaciones comensales es prácticamente continua durante todo el año. En las poblaciones silvestres, como las estudiadas en el sureste de España, aparecen machos activos durante todo el ciclo anual, pero hembras gestantes sólo de noviembre a junio. En el delta del Ebro (Tarragona), existe un período de reposo reproductivo desde noviembre a febrero. En el sur de Francia, el período reproductivo es más corto; se encuentran hembras activas desde marzo a junio, con un máximo en abril. En poblaciones comensales, una hembra puede llegar a producir hasta diez camadas al año, aunque cinco anuales es lo más frecuente. La gestación dura entre diecinueve y veinte días. El tamaño medio de camada fue de 6,8 (rango de 3 a 9) en un estudio en el delta del Ebro, y de 5,2 (rango de 1 a 7) en el sur de Francia. La producción total media de descendientes es de cuarenta por hembra. Alcanzan la madurez sexual a las cinco o seis semanas de edad.

Fuente de las fotos: Wikipedia
Mapa de distribución: http://maps.iucnredlist.org/map.html?id=13972
Redacción: Elsa Gara Maqueda
Revisión: Ismael Ferreira Palomo

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