Ballenato de Cuvier o Zifio de Cuvier
Morfología e identificación
Odontoceto de tamaño mediano. Los adultos de ambos sexos alcanzan una talla media de 6 m y una máxima de 7 m. El cuerpo es robusto, con una cabeza relativamente pequeña, curvada frontalmente, que acaba en un morro corto y grueso. La aleta dorsal está situada en el tercio posterior del cuerpo y es de silueta falciforme, aunque en algunos ejemplares puede adoptar una forma casi triangular. Las aletas pectorales son pequeñas y redondeadas.
En animales varados, la especie puede identificarse con facilidad gracias a ciertas características que, en general, son difíciles de apreciar cuando el animal se observa en el mar. Por ejemplo, el ballenato de Cuvier posee un par de dientes triangulares de pequeño tamaño situados en la sínfisis mandibular -la parte más anterior de la mandíbula-, que en las hembras y en los machos jóvenes están cubiertos por las encías y no son visibles nunca. También tiene un par de pliegues en forma de "V" situados en la zona gular. Por otra parte, resulta característica la ausencia de escotadura entre los lóbulos de la aleta caudal.
La coloración varía con la edad y el sexo. En ejemplares adultos, el color del cuerpo es gris o gris azulado, con abundantes cicatrices y manchas ovaladas o rayas similares a las que presenta el delfín gris. Con la edad, la coloración se va aclarando; este proceso se inicia por la cabeza -si bien se mantiene una franja oscura alrededor de los ojos a modo de antifaz- hasta alcanzar, en los ejemplares adultos, el dorso y los flancos corporales. Los individuos viejos pueden llegar a ser totalmente blancos. Por sus características morfológicas, el ballenato de Cuvier puede confundirse fácilmente, a distancia, con las cuatro especies del género Mesoplodon presentes en nuestras aguas. No obstante, su talla es, general, mayor que la de éstas.
Alimentación
Su dieta se basa sobre todo en cefalópodos bentónicos y mesopelágicos que captura a grandes profundidades. En el Mediterráneo, la presa fundamental de esta especie parece consistir en pequeños histioteuthidos, como Histioteuthis reversa o H. bonnelli, que son nadadores lentos y aparentemente fáciles de apresar. No obstante, de forma ocasional también captura cefalópodos de mayor tamaño, como Todarodes, que pueden alcanzar los 8-10 kg de peso. Además, el ballenato de Cuvier consume peces con cierta frecuencia.
En general, los individuos que habitan aguas más profundas son más piscívoros que los que ocupan regiones someras. Estas variaciones en la composición de la dieta sugieren que tiene un comportamiento alimentario de tipo oportunista. Cuando se sumerge, lo hace descendiendo casi verticalmente y asoma la aleta caudal fuera del agua. Sus inmersiones pueden prolongarse por períodos que superan los treinta minutos.
Comportamiento
Poco se conoce acerca de su comportamiento y hábitos sociales. El tamaño de las manadas suele oscilar entre los tres y los siete individuos. Estos pequeños grupos está muy cohesionados y probablemente constituyen unidades familiares estables.
En ocasiones puede varar masivamente, como ocurrió en la bahía de las Rosa (Girona), donde cinco ejemplares fueron a morir al mismo tiempo a playas situadas en un radio de pocos kilómetros. Las causas que producen estos varamientos masivos son desconocidas, aunque a menudo se los relaciona con problemas de ecolocación.
Aparte de la orca, no parece que el ballenato de Cuvier tenga ningún otro depredador, y su longevidad se sitúa en general alrededor de los cuarenta años de edad. No obstante, se han registrado ejemplares que aparentemente habían alcanzado los sesenta y dos años.
Reproducción
Debido a que su densidad no parece ser muy elevada en ninguna región y a que, por su carácter tímido y hábitos pelágicos, muy raramente son avistados o capturados en las faenas pesqueras, su biología es poco conocida.
El examen de los ejemplares varados sugiere que los machos maduran sexualmente cuando alcanzan una talla de unos 5,6 m. Nada se sabe acerca de su temporada reproductiva, la duración de la gestación y la lactancia, ni de los cuidados que la madre dispensa a la cría. La talla del recién nacido es próxima a los 270 cm, y se considera que los intervalos entre las gestaciones deben de ser largos.
Fuente de las fotos: Bardrock
Mapa de distribución: http://maps.iucnredlist.org/map.html?id=23211
Redacción: Elsa Gara Maqueda
Revisión: Ismael Ferreira Palomo